susurra susurra...

Criticamos a los demás porque criticarnos a nosotros mismos nos llevaría demasiado tiempo.
Fin.

A veces viendo/escuchando la tele te encuentras con verdades tan dolorosas como esta:
La idea de perder tanto el control sobre la propia felicidad es insoportable. Ésa es la carga, como las alas pesan. Sentimos ese peso en nuestra espalda, pero son una carga que nos eleva. Cargas que nos permiten volar .

¿Y tú?

¿Sabes? Es raro cuando la gente te pregunta "¿Oye y tu qué eres?" ¿Pues que cojones voy a ser? ¿Un perro? ¿Un narciso? Por supuesto se refieren a tu imagen, pero sigue siendo igual de raro, sobre todo cuando no sabes qué responder y lo único que te sale decir es un poco convincente "No soy nada".
La verdad, hace tiempo que dejó de importarme esa mierda. Hoy salí a la calle, camiseta de batman gastada, camisa de cuadros de hombre quizas demasiado holgada porque la compré sin probarla, pitillos grises dados de sí, vans rotas, gorro de lana, cazadora de cuero. En el mp4 una canción era de rock y otra de metal, una de alternrock y una de gótico melódico. Y que quieres que te diga, no era un perro, no era un narciso, era yo.
Y poco más importa ¿verdad?