28 may 2010

shadows.

Llevábamos años a dos metros de distancia. Estaba bien, ¿sabes? lo disfrutaba. Lo pasabamos muy bién en aquellos dos metros, sin complicaciones. Pero entonces quisimos contarnos cosas más importantes, hablar en serio, con sentimientos. Pero estabamos muy lejos, nuestros susurros se perdían en esos dos metros...
Y nos acercamos, dos pasos tu y tres pasos yo. Los dos metros fueron centímetros y, de repente, nada. Fue como... no se, fusionarse... Tus susurros salian de tu boca y entraban en la mía sin recorrer siquiera el aire. Dejó de haber distancias.
Pero salió el sol y con él las sombras. Tu sombra me cubría y la mía hacía lo propio contigo. No podiamos vernos, se perdía el contacto...
Calculo que ahora estamos a un metro. Y la verdad, desde aqui te veo bastante bien. Pero aun así... hay algún susurro que me pierdo, ¿comprendes? Y me apetece dar de nuevo un par de pasos.
Pero inevitablemente le he cogido miedo a la cercana e incoherente soledad que me infundaron aquellas sombras... supongo que a tí te ocurre lo mismo. Entonces, ¿por qué despegas de nuevo el pie del suelo? ¿a qué distancia lo vas a dejar caer?

2 may 2010

2

La verdad es que lo pienso y...
si te arrancara ese enorme y generoso corazón del pecho, si te arrancara de paso los pulmones que acumulan tu dulce aliento, si te quitara esos ojos tan cristalinos que me permiten verlo todo, todo, con solo una mirada... si te arrancara tu recta nariz y tus finos pero cálidos labios, si te cortara de cuajo la lengua que con tantos "te quiero" ha bailado, si arrancara la suave y extremadamente pálida piel, como de porcelana, y separara además los músculos que han generado tantas caricias y tantas pasiones, si me llevara tu cerebro, en constante actividad hasta en los más frenéticos instantes...
¿sabes qué? Creo que al final no serías más que un montón de huesos muy normales.