quizás lo sea, sí. Una
prostituta emocional. Una zorra acostumbrada a estar sola que se vende ante la mínima sonrisa. Dispuesta a llamarte amigo a cambio de un
"me tienes a mí", "confío en ti", "te aprecio", "te quiero" o cualquier otra tontería similar. Pero la pobre puta en realidad
no quería ser así, tenía grandes planes
emocionales futuros para ella, no comprende cómo ha podido llegar hasta aquí.. y está dispuesta a darlo todo por cualquiera de esas
tonterías.