25 oct 2010

Algún día te darás cuenta de que para sobrevivir solo necesitas importarle a una persona. Tampoco hace falta que le importes mucho, solo un poco, lo mínimo necesario para seguir ocupándose de las cuestiones biológicas más esenciales para la supervivencia del ser humano. Alguien que se preocupe por que el aire siga llenando tus pulmones regularmente, alguien que siga alimentándote y, ¿por qué no?, dormir de vez en cuando si el insomnio te lo permite.
Algún día, también, te darás cuenta de que esa persona eres tú, y dejará de preocuparte todo ese rollo de la soledad. Quién sabe, quizás ese día esté más cerca de lo que crees.