2 may 2010

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La verdad es que lo pienso y...
si te arrancara ese enorme y generoso corazón del pecho, si te arrancara de paso los pulmones que acumulan tu dulce aliento, si te quitara esos ojos tan cristalinos que me permiten verlo todo, todo, con solo una mirada... si te arrancara tu recta nariz y tus finos pero cálidos labios, si te cortara de cuajo la lengua que con tantos "te quiero" ha bailado, si arrancara la suave y extremadamente pálida piel, como de porcelana, y separara además los músculos que han generado tantas caricias y tantas pasiones, si me llevara tu cerebro, en constante actividad hasta en los más frenéticos instantes...
¿sabes qué? Creo que al final no serías más que un montón de huesos muy normales.

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