No se si será cosa de la gripe, de los exámenes o del tiempo tan sumamente indeciso pero este año se me está haciendo increiblemente pesado. Una cuesta arriba de la hostia.
Por no tener ganas no quiero ni que llegue el verano. Estos bajones suelen comenzar cuando me doy cuenta de que estoy de vacaciones, de que no me apetece hacer nada y de que tengo demasiado tiempo libre para estar sola.
No se a quien odiar ni siquiera a quien querer, siemplemente me parecen ambas una tontería. Odiar implica demasiado esfuerzo, incluso cuando me dais motivos, y querer... buuuff es una mezcla de miedo, inseguridad a toneladas, pesadez, y absoluta pereza que...
Que llegados a este punto ya no se ni soy yo la que me alejo del resto o si hago que el resto se alejen de mi. Suponiendo que alguien/algo se me acerque, claro está.
Uh.
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